crónica

Hoy, 9 de julio de 2010 me encuentro en mi casa alistándome para salir al colegio. sin embargo, el tiempo meteorológico no era muy bueno debido a que se podía ver que se aproximaba una fuerte lluvia. Lo que menos me imagine es que empezara a llover cuando me preparaba para ir al colegio. No obstante, mis padres me recomendaron que saliera al colegio cuando se calmara la tempestad, por lo que me vi obligado a tranquilizarme y tomar asiento. Quise ver a mi alrededor y observe a las personas desesperadas entrando la ropa, mientras que unos se alegraban porque últimamente hacia un calor insoportable, también observe a los niños felices jugando fuera de sus casas debido a que esto no había sucedido desde hace tiempo; después de observar a mi alrededor quería comprobar que todo estuviera en completo orden y que no se me olvidara ningún útil escolar en mi mochila. luego mire que ya había llovido media hora, en ese momento comencé a desesperarme pues sino empezaba a escampar no podría llegar al colegio; quince minutos más tarde escampo y sin perder tiempo me dirige al colegio. En el camino me fije que el terreno no era muy bueno, en ese momento pensé que no iba a llegar. Pero, observe que unos compañeros no les importaba llegar al colegio con mala presentación con tal de llegar a dar clases; y pensé que no importa como llegue al colegio pues lo importante es la responsabilidad con uno mismo y no dejarse influir por una simple lluvia que arruine tu deseo de proyectar tu vida hacia el futuro. Con todo este contratiempo logre llegar a cumplir con mis deberes de estudiante.